¿Te has cuestionado alguna vez acerca del poder de las palabras?
En alguna ocasión te habrás sentido fatal por las palabras de alguien de tu entorno o posiblemente has sido tú quien ha lanzado palabras hirientes con o sin intención de las cuales luego te has arrepentido.
Todos, en nuestras familias o entre nuestros amigos estamos en contacto con personas tóxicas, algunas de las cuales pueden llegar a ser letales, emocionalmente hablando.
Según mi punto de vista estas personas, a las cuales yo designo con el nombre de “tiranos”, son muy importantes para nuestro desarrollo personal porque nos ayudan a sacudirnos, a salir de nuestra zona de confort.
Imagina a alguien de tu familia quien, con o sin razón, te echa de la casa en la que has estado viviendo. Te sientes muy mal, ofendida (u ofendido). Sientes que está sucediendo una gran injusticia y sientes la ira nublar tu mente. Si te dejas llevar por la emoción comenzarías una lucha sin fin.
Si en lugar de comenzar una guerra sin cuartel te pones a pensar en las ventajas de salir de ese lugar o le das un voto de confianza a la vida diciéndote que no hay mal que por bien no venga, lo más probable es que se abra no una sino más puertas las cuales te traerán regalos que deseabas desde hacía tiempo, pero que estaban aguantados por no haberte dado la oportunidad de recibirlos.
La vida está llena de ángeles disfrazados de tiranos. Y si en lugar de hacerles la guerra, los tomamos como aliados, ahorraremos mucha energía y tendremos un desarrollo personal más agradable.
Pero es TAN DIFÍCIL tomar como aliado a alguien que nos hiere, dirán algunos. Y es verdad. Lo más fácil sería dejarnos llevar por la avalancha de emociones negativas y cantarles en su cara las verdades que nadie osa lanzarles. Esto nos haría sentir un alivio momentáneo que a la larga se transformará en un peso en nuestro corazón.
Quiero compartir contigo una visualización acompañada de afirmaciones y de un gesto con las manos que te ayudará a controlar no solo la ira sino otras emociones negativas. Este gesto tiene un efecto psicológico, físico y energético, sosteniéndolo por tres minutos y respirando de determinada manera.
El gesto en cuestión es muy fácil de hacer. Consiste en doblar los dedos de las manos hacia adentro y de colocar el dedo pulgar sobre el dedo anular, de modo que la mano quede cerrada en forma de puño.
Se debe hacer con las dos manos y desde el punto de vista psicológico es un gesto que ayuda mucho cuando sentimos que nos invade la ira.
Este gesto, el cual debe ser hecho suavemente, o sea, sin tensionar los músculos del brazo, transformará la ira en una energía que permanecerá en el cuerpo, fortaleciéndolo. Debe acompañarse de una respiración profunda y de afirmaciones que nos ayudarán a calmarnos.
Pronunciaremos las afirmaciones claramente y sintiéndolas profundamente en nuestro corazón, y con el tiempo el simple gesto acompañado de la intención de sentirnos bien nos ayudará a transmutar la ira y a aumentar la confianza en nosotros mismos y en la vida.
Para comenzar quiero pedirte que imagines que te encuentras en tu lugar de poder preferido. Un lugar de poder es un punto en donde la energía circula con mayor fuerza que en otros lugares de la tierra. La frecuencia vibracional en estos lugares es muy elevada. Si aun no cuentas con un lugar de poder de tu preferencia, voy a llevarte a uno que existe en mi imaginación y que me ayuda a calmarme cuando me siento alterada.