Para continuar con esta serie “Meditando con los Arcángeles”, te traigo al arcángel Miguel, cuyo nombre significa “Quien es como Dios”.
El color que se asocia a él es el azul y el día, domingo.
Máximo protector de personas y bienes, del espíritu y de la superación y guardián de la paz, la armonía y la cooperación, la reconciliación y los sueños, el Arcángel Miguel es conocido ante todo por ser el enemigo de Satanás. También es el ángel de la muerte ya que se dice que ofrece a las almas la oportunidad de redimirse antes de morir. Su tercera labor es la de pesar las almas en una balanza perfecta en el día del Juicio Final.
En las representaciones que se hacen de él, la imagen más frecuente es la del conquistador de Satanás, con el talón sobre la cabeza del ángel caído. Casi siempre lleva una espada o una lanza con que vencer a su enemigo. Puede también llevar una balanza, llaves o cadenas en las manos, y un manto.
Los atributos del arcángel Miguel se refieren a su papel de justiciero, protector de los inocentes y juez de la maldad. Su título, “Príncipe de la Luz”, representa la iluminación del camino del ser humano para liberarlo de la oscuridad del miedo. Tanto a nivel literal como simbólico, el arcángel Miguel representa la justicia y la lucha por el bien. Su papel en las escrituras bíblicas lo destaca como el capitán de los ejércitos de Dios, que son las fuerzas del bien en el universo. Su significado implica protección, seguridad, poder, superación de obstáculos y la destrucción del miedo y la duda. Quiero compartir contigo una meditación para que tomes contacto con el arcángel Miguel y le pidas que rompa tus cuerdas etéricas y refuerce tu Voluntad y Fe.
Las cuerdas etéricas son ataduras negativas basadas en el miedo. Se parecen mucho a tubos que te conectan con otras personas, lugares u objetos. Pueden hacer que te sientas cansado o que pierdas tu motivación y son responsables de dolores inexplicables. Estas cuerdas succionan tu energía y tu vitalidad y se la entregan a otras personas succionadoras de energía. De modo que es importante cortar con regularidad estas ataduras e impregnarte de energías de frecuencias más elevadas.