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La parte Positiva del Miedo (Testimonio Personal)

  • Martiza López Lasso
  • 18 sept 2017
  • 2 Min. de lectura

Creo que todo en la vida, por más negativo que parezca, tiene un lado positivo; y el miedo no escapa a esta aseveración.

Aquí van dos ejemplos de miedos vividos por mí que lo comprueban:

Uno tiene que ver con mi gran fobia a los gusanos. Por años fui víctima de un temor intenso e irracional hacia los gusanos. Mi aversión era tal, que en cuanto veía uno de estos pequeños animales blandos, me paralizaba y comenzaba a gritar como si sufriera una degeneración mental o bien salía corriendo sin control. Y como atraemos o manifestamos aquello que más tememos, todos los días uno de estos despreciados animalitos hacía irrupción en mi vida ocupando, contra mi voluntad, una posición importante en mi existencia.

Mi fobia dejó de ocupar ese lugar preponderante en mi vida cuando apareció otro miedo, mucho más grande y pérfido: el miedo a volverme loca. Este nuevo miedo surgió a raíz de haber presenciado el suicidio de una amiga y que sirvió de inspiración al relato “La muerte de Rita”, aparecido en mi libro “De Café y Chocolate”, publicado en 2012. Este hecho me dejó tan traumada que por unas cuantas semanas perdí el control de mí. Lo positivo de esto fue que me deshice de esa fobia que me había acompañado por más de 40 años.

El otro miedo que quiero compartir contigo tiene que ver con la inquietud de no cumplir con mi Misión de Vida. Desde muy joven supe que tenía una meta que cumplir, pero no sabía cuál era. Desde los 12 años recorrí muchas religiones pensando que en alguna de ellas encontraría la razón por la que había venido a este mundo. Finalmente, cuando comencé a percibir esbozos de lo que era mi Misión me pareció que la tarea sería demasiado grande para mí; me sentí más insegura que nunca y tuve miedo de ejecutarla. Comencé entonces a sentir unos dolores terribles en los pies que me impedían, literalmente hablando, caminar. Luego de meses en esta situación, finalmente reaccioné y comprendí cuál era mi camino. Como si hubiera esperado esta señal, los dolores en los pies desaparecieron y recomencé a caminar.

Creo que la mejor manera de avanzar y crecer es reconociendo la existencia de los miedos y aceptándolos. Actualmente, cada vez que siento miedo lo acojo con la certeza de que podré transformarlo en algo bueno.

Una manera de transmutar el miedo es meditando y haciendo afirmaciones con la energía violeta. La Llama Violeta, tiene el Poder para cambiar toda la energía negativa, en positiva, la tristeza en alegría, la "mala vibra" en "buenas vibras", la enfermedad en salud, etc. ... Todo punto por donde pase La Llama Violeta, se vuelve Luz, Libertad, Perfección y Amor.

 
 
 

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