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El estrés y la Ley de la Atracción...

  • Martiza López Lasso
  • 18 oct 2017
  • 3 Min. de lectura

Todos hemos pasado por una situación de estrés en algún momento de nuestra vida. El estrés es el modo de reaccionar de nuestro cuerpo ante un desafío. Es un sentimiento de tensión física o emocional que puede provenir de cualquier situación que nos haga sentir furiosos, frustrados o nerviosos. En pequeñas dosis, por ejemplo, cuando debemos terminar un trabajo en un lapso corto de tiempo o cuando experimentamos algo nuevo, el estrés puede ser positivo. Pero cuando se extiende por un período de tiempo de semanas o meses, puede afectar nuestra salud.Las principales causas del estrés son los cambios y pérdidas personales, el trabajo, los recursos económicos, las relaciones, nuestra interacción con la gente…

De manera muy personal, creo que el estrés tiene que ver con la desconexión de nuestra brújula o guía interior y que si llegáramos a una comprensión más profunda de quiénes somos, por qué estamos en este mundo y, sobre todo, si comprendiéramos que somos nosotros mismos los causantes de todo lo que pasa en nuestras vidas, muchos de nuestros problemas desaparecerían.

Hay tres leyes universales eternas que nos ayudan a comprender quiénes somos y cómo desenvolvernos en nuestro planeta. La primera de ellas es la Ley de la Atracción.

La Ley de la Atracción nos dice que todo objeto atrae aquello que se asemeja a sí mismo; que somos como un imán que atrae más y más de lo que pensamos y sentimos. O sea que, si somos felices, atraeremos más felicidad. De igual manera, si pensamos que somos pobres y que no merecemos prosperidad, continuaremos atrayendo la pobreza.

La segunda ley, la Ley de la Creación deliberada, nos dice que aquello en lo que pensamos o creemos y esperamos, es. En otras palabras, conseguimos aquello en lo que pensamos tanto si lo queremos como si no. Esta ley se compone de dos partes: la primera consta del pensamiento o del lanzamiento del deseo y, la segunda, de su permisión, expectativa o creencia. O sea, si quiero encontrar una pareja, pero tengo la creencia de que los hombres son hipócritas y que estoy mejor sola que mal acompañada, entonces el Universo me dejará sola porque piensa que eso es lo que quiero.

La tercera ley es el Arte de Permitir. Esta ley dice que yo soy lo que soy y estoy dispuesto a permitir que los demás sean lo que son. Permitir también que los deseos que hemos emitido lleguen a nosotros, que no opongamos resistencia. Es dejar de resistirnos al bienestar que merecemos, al bienestar que es natural, al bienestar que es nuestro legado, nuestra fuente, nuestro ser.

Para ilustrar mejor la aplicación de estas leyes vamos a poner un ejemplo: Supongamos que una persona me debe una cantidad grande de dinero, $30,000 o $40,000. Yo estoy enfadada porque dicha persona no me paga el dinero, hago comentarios negativos, la llamo por teléfono para cobrarle, pero todo parece indicar que la persona me está esquivando. Del enfado paso a la preocupación y a la depresión porque necesito ese dinero para pagar la hipoteca de mi casa, la cual estoy a punto de perder.

Si continúo enviando al Universo estos sentimientos, debido a la primera y la segunda ley, el Universo continuará enviándome más de lo mismo. Para salir de este círculo vicioso, yo debería emitir la vibración de la solución, y no continuar enviando la vibración del problema. Debería visualizar y disfrutar del sentimiento de haber recibido el dinero y de estar usándolo como mejor me parezca de manera a mejorar mi vibración y permitir la llegada de las cosas buenas que quiero.

Algunas técnicas para liberar el estrés

Podemos evacuar las emociones ligadas al estrés por medio de la respiración profunda, la meditación, visualización, relajación progresiva de los músculos, aromaterapia, musicoterapia, etc.

Actualmente, gracias a los sitios web para compartir videos, existe una gran cantidad de meditaciones y visualizaciones. Una manera para liberar el estrés que llevamos con nosotros adonde vayamos y que no necesita señal de internet es la respiración.

La respiración profunda es la base de muchas técnicas de relajación y de meditación y constituye una de las maneras para aliviar el estrés más eficaz. Se puede practicar en cualquier lugar y proporciona una forma rápida de tener los niveles de estrés bajo control.

La clave es respirar profundamente desde el abdomen y conseguir de esta manera la mayor cantidad de aire posible y, por consiguiente, de oxígeno. Cuanto mayor es la cantidad de oxígeno inhalado menor es la sensación de ansiedad y falta de aliento.

Este tipo de respiración es más eficaz si lo combinamos con música relajante o con esencias naturales.

 
 
 

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