Trabajo de purificación con los ángeles
- Maritza López Lasso
- 15 ene 2018
- 4 Min. de lectura
Existen muchas formas de elevar nuestras vibraciones para estar en contacto más directo con la Fuente de donde provenimos y con nuestro ser superior. Una de ellas es la angeología.
La angeología es una parte de la teología sistemática que se ocupa de estudiar la clasificación y naturaleza de los ángeles.
Recordemos que los ángeles son enviados o mensajeros de Dios que nos protegen a nosotros, seres humanos. Son energía pura y actúan como puente entre el cielo y la tierra sirviendo de canal entre Dios y nosotros, es decir, el mundo físico. Son seres inmortales y pura conciencia y están libres de las limitaciones del tiempo y del espacio.
Yo comencé un trabajo profundo de transformación con las energías angelicales en el 2007 gracias a “El Libro de los Ángeles”, de Kaya y Christiane Muller, quienes son maestros y especialistas en inteligencia emocional (EQ) y lenguaje simbólico y, además, fundadores de Univers / Cité Mikaël (UCM), Centro de enseñanza e investigación, establecida en Canadá y otros países en el mundo.
El libro de los ángeles está basado en la Angeología tradicional, la cual nos permite identificar con precisión las cosas que debemos rectificar en nuestra vida y nos da los medios de hacer el trabajo de transformación, permitiéndonos medir la amplitud de los cambios operados en nuestro inconsciente a medida que se lleva a cabo la apertura de la consciencia.

El objetivo de la Angeología tradicional es llevarnos a encontrar y a desarrollar en nuestro interior los 72 estados de consciencia que representan las cualidades y virtudes divinas en su esencia. Estos 72 estados de consciencia están representados por los 72 ángeles de la cábala.
Esencialmente, el trabajo con los ángeles consiste en reprogramar las memorias inconscientes. Se trata de un trabajo de purificación: las memorias distorsionadas son rectificadas por el poder del Ángel y la intención de la persona que realiza el trabajo. Invocando los estados de consciencia angelicales el ser activa su voluntad sobre la pureza y aprende a centrarse en el desarrollo de las cualidades divinas.

Durante su paso por la tierra -a través de sus diversas encarnaciones-, el ser humano registra todas sus experiencias en su alma, exactamente como una computadora registra datos. De esta manera, todos los miedos, los sufrimientos, limitaciones, y, claro, todas las cualidades y potenciales, son grabados en el subconsciente y las diferentes capas del inconsciente.
La Pera de Jung representa nuestra alma con sus diversos estratos. La línea doble que aparece en la parte superior del esquema representa el velo que esconde a nuestra consciencia la casi totalidad de nuestras memorias. Este velo es llamado el velo del inconsciente.
El trabajo con los estados de consciencia angelicales hace desaparecer este velo. Dicho de otra manera, por medio del trabajo con los ángeles se crea un paso entre el consciente, el subconsciente y las diferentes capas del inconsciente; se reúne las memorias distorsionadas y se reprograman los estados de consciencia angelicales en nuestro interior. El objetivo de este trabajo es purificar nuestra alma y adquirir una consciencia total para que podamos recuperar el Conocimiento inscrito en ella.
El corazón del Trabajo con los ángeles es la práctica recitativa, que es algo parecido a los mantras de las tradiciones orientales. Esta práctica recitativa es muy sencilla. Podemos llevarla a cabo de pie, sentados o acostados. Se inspira el nombre de un ángel tomando una inspiración profunda por la nariz, se contiene la respiración por unos instantes y luego se exhala lenta y progresivamente también por la nariz. Cuando todo el aire ha salido, se respira nuevamente continuando la invocación del ángel en la inspiración.
Esta práctica es tan simple que se puede hacer caminando, haciendo deportes, conduciendo el auto, meditando, relajándose, antes de dormir, todo a su propio ritmo.
Aprovechando que estamos en el primer mes del año, quiero invitarte a realizar este trabajo de purificación que tanto bien me hizo y continúa aun depurándome.
Es aconsejable utilizar una sola energía angelical a la vez durante un período de al menos cinco días para lograr integrarla profundamente. Podemos comenzar por el ángel que queramos, pero para estar seguros de abarcar los 72 ángeles seguiremos el Calendario Angelical #1 de El Libro de los Àngeles.

El uso de este calendario tiene la ventaja de ponernos en contacto con los 72 rayos del Creador a lo largo del año. Esto proporciona una estructura de trabajo y permite profundizar. Está claro que 5 días no son suficiente para incorporar todas las cualidades y virtudes de un ángel, pero con el transcurrir del tiempo, el proceso de apertura de la conciencia, que es gradual, traza el camino que conduce a la iluminación.
La energía intensificada durante el período de trabajo con un ángel se manifiesta por medio de las intuiciones, los sueños, y los signos y coincidencias encontrados en la vida cotidiana. Es fascinante ver la correspondencia entre éstos y las cualidades y distorsiones del ángel en cuestión. La práctica recitativa entabla una actividad iniciática y, en este sentido, el nombre del Ángel sirve de fórmula mágica.
Cabe resaltar que durante este intenso período de purificación podemos experimentar estados de ánimo poco habituales y muy variables, yendo de momentos de tristeza a beatitud y/o de enojo. Esto se debe a que estamos haciendo una limpieza a fondo de nuestro ser. Es como si de repente descubriéramos una pieza en nuestra casa que nunca habíamos visto y que al abrir la puerta nos diéramos cuenta de que está repleta de polvo, ratas e insectos diversos. Podemos cerrar la puerta y privarnos de tesoros como libros y utensilios variados que seguramente serían de mucho provecho para nosotros o dejar la puerta abierta para anexar esa pieza al resto de la casa. Si escogemos incorporar la pieza deberíamos limpiar toda la casa ya que el polvo y los insectos seguramente se desplazarán a otros ámbitos. El trabajo angelical es algo parecido a esto. Debemos limpiar todas las memorias distorsionadas ya que al limpiar unas seguramente removeremos otras.
Comenzaremos la primera purificación del año con la energía del Ángel Mitzrael.







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